EUROPA
PRESS
19 julio
2018
La
cafeína no suprime el apetito ni ayuda a perder peso
Un nuevo estudio publicado en la
revista de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos ha demostrado
que, aunque beber una pequeña cantidad de cafeína en el desayuno ayuda a
reducir la ingesta de alimentos en la primera comida del día, su efecto es
limitado y transitorio, por lo que los expertos no respaldan su uso como
supresor del apetito o ayuda para perder peso.
Los autores de esta investigación encontraron que después de
beber una pequeña cantidad de cafeína, los participantes consumieron un 10 por
ciento menos en un desayuno buffet proporcionado por los investigadores, pero
este efecto no persistió durante todo el día y no tuvo impacto en las
percepciones de los participantes sobre sus apetitos. Así, consideran que la
cafeína no es efectiva como un supresor del apetito ni ayuda para bajar de
peso.
"La cafeína se agrega con frecuencia a los suplementos
dietéticos con afirmaciones de que suprime el apetito y facilita la pérdida de
peso. Investigaciones anteriores especularon que la cafeína acelera el
metabolismo o afecta las sustancias químicas cerebrales que suprimen el apetito
y la evidencia epidemiológica sugiere que los consumidores de cafeína regulares
tienen una masa corporal inferior --explica la investigadora principal, Leah M. Panek-Shirley, del
Departamento de Ejercicio y Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Buffalo, Nueva York--. El objetivo de nuestro estudio fue
determinar si la cafeína puede estar relacionada con una ingesta reducida de
alimentos o un apetito reprimido, y si los resultados varían según el
IMC".
En promedio, los estadounidenses beben ocho onzas de café
por día (unos 0,23 litros). Cincuenta adultos sanos (entre 18 y 50 años)
visitaron el laboratorio de los investigadores semanalmente durante un mes para
participar en el estudio.
Cada vez, se les pidió que bebieran zumo con cafeína
agregada que era equivalente al consumo de cuatro onzas (1 mg/kg) u ocho onzas (3 mg/kg) de café, o ningún café como dosis de placebo. Treinta
minutos más tarde, los participantes recibieron instrucciones de comer tanto o
tan poco como quisieran de un abundante desayuno buffet.
El estudio determinó que después de beber el jugo con 1 kg/mg de cafeína, los
participantes consumieron aproximadamente 70 calorías menos de lo que
consumieron después de beber jugo con 3 mg/kg o sin cafeína agregada.
Después de revisar lo que los participantes comieron durante
el resto de cada día de estudio, encontraron que la pequeña disminución en la
ingesta no persistía. De hecho, los participantes compensaron la ingesta
reducida en el desayuno más tarde a lo largo del día. Además, no hubo
diferencias en el apetito reportado asociado con las dosis de cafeína. Finalmente,
sus IMC individuales no tuvieron ningún efecto en su ingesta de alimentos o
apetito en los tres niveles de cafeína.
"Este estudio, por su riguroso diseño, refuerza la
importancia de los buenos hábitos alimentarios y no depende de ayudas para la
pérdida de peso o prácticas no saludables", ha explicado Carol DeNysschen, una de las investigadoras, profesora y
presidenta del Departamento de Salud, Nutrición y Dietética de SUNY Buffalo State College.